ÍMURIS, SON.- Conejos ardiendo, osos y venados huyendo, víboras y lagartijas quemadas, son horrores que bomberos y voluntarios han visto en este incendio forestal que ha devastado más de 10 mil hectáreas de al menos cuatro municipios.
.“Vimos a un conejo que se le quemaba el pelaje y quisimos ayudarle, pero cuando nos acercamos huyó hacia el incendio y se metió entre las llamas de nuevo”, comentó un voluntario.Una vecina de la zona contó historias de un oso huyendo de la zona del incendio, además de las lagartijas que se queman vivas.
En lo alto de la sierra de Sonora viven osos, venados, lagartijas, víboras diversas, principalmente la cascabel; también viven aves, coyotes, lobos, búhos, águilas, pumas…Los incendios ya abarcan cuatro municipios, como son Magdalena de Kino, Ímuris, Cucurpe y Cananea, municipios que tienen territorio en la misma sierra.
Elsa Morales Gutiérrez, defensora de la fauna, de toda vida animal, residente de Nogales, lamentó que no hay preocupación alguna por los animales, sino sólo por los ranchos y el ganado.“Comprendemos que no hay recursos para rescatar animales, pues no hay suficiente personal y son zonas muy remotas”, comentó.
La luchadora por los animales comentó que está consciente de la mortandad de animales en lo alto de la sierra, pero no hay nada que se pueda hacer.
Se necesita personal y equipo especializado para rescatar animales, pero es una labor imposible.
“Afortundamente en estos días de verano muchos animales migran hacia lugares más benignos, cerca de los ríos y arroyos para tener agua, además de las rancherías donde el mismo animal encuentra agua y sombra”, comentó, con la esperanza de que no mueran tantos animales.
Recomendó dejar a los animales que intenten salvarse solos, por instinto, ya que ellos son silvestres y huyen de los intentos de ayuda humana, desgraciadamente corren hacia los incendios, donde mueren quemados.
El Imparcial publicó el testimonio de un vecino, llamado Alfonso León, dueño de los ranchos El Destierro y El Grito, quien declaró que la situación está crítica porque es insuficiente el personal laborando y equipamiento, aunque los brigadistas están haciendo un excelente trabajo, con las herramientas que tienen a su alcance.
“Por el momento se han afectado más de diez mil hectáreas que ya están quemadas e incluso los brigadistas han encontrado, entre las cenizas, fauna muerta que tiene su hábitat en esta región, desde venados pequeños, pájaros, ardillas y otros rastreros”, describió.
Alfonso León apuntó que el estropicio ecológico es inmenso, sin contabilizar aún los daños económicos que se contemplan entre los ranchos afectados porque el ganado se va a quedar sin alimento.
Reflexionó que, si hubiera más brigadistas y maquinaria apropiada, e incluso una aeronave con materia extinguidora, el siniestro ya estuviera controlado totalmente, por lo que solicitó ayuda urgente al Gobierno estatal y federal