Por Sergio García
Pues qué les cuento amigo lector, lectora. Qué el Alcalde de Nogales, Juan Francisco Gim Nogales, se metió en serios problemas con el Director General de Ingenieros de la Secretaría de la Defensa Nacional, General de Brigada Diplomado de Estado Mayor, Salvador Fernando Cervantes Loza… y con el Gobernador del Estado, Doctor Francisco Alfonso Durazo Montaño.
Pues resulta que el Alcalde, muy a su manera de ser, no recibió o no atendió a los militares enviados del General Loza, para tratar las cuestiones técnicas y legales de las nuevas vías del tren y los temas que le atañen al Ayuntamiento, como permisos y la gestión social.
Cuando se vinieron los problemas vecinales, y todo el tema, entonces Juan Gim le dijo al Doctor Durazo que no le habían notificado. Es decir, puso en la cruz al General de Brigada DEM, Salvador Fernando Cervantes Loza.
Cuando el Doctor Francisco Alfonso Durazo Montaño habló con el General DEM, éste le informó que habían sido ignorados por el Alcalde… Y por eso comenzaron a trabajar, porque nadie se puede meter ni con el Ejército, ni con la Virgencita de Guadalupe.
Pues tremendo jalón de orejas que le dieron al Alcalde, que por poco le cuesta la reelección. Ahorita anda que no lo calienta ni el sol, y menos con este invierno.
Eso sí, ahora sí el Ayuntamiento se ha lanzado a atender a los vecinos y la cuestión social como le correspondía desde el principio.
Y pensar que yo le presenté al Alcalde Gim Nogales al General Cervantes Loza allá en el Aeropuerto de Nogales, una mañana en que recibimos al Gobernador y al Presidente Andrés Manuel López Obrador. A lo mejor por eso no quiso atenderlo, porque yo se lo presenté.
Mi General Loza, para los amigos, es un hombre a carta cabal y que no se anda por las ramas, y un soldado digno de la Patria y del Presente que le ha tocado vivir.
Resulta que Mi General Loza es el Jefe de todas las obras que realiza la Sedena a nivel nacional, desde el Tren Maya, hasta las aduanas, y las vías del tren en esta región. Es, a mi ver, uno de los diez militares más importantes en este Gobierno y nada más le falta ser General de División para aspirar a Secretario de Defensa Nacional.
¡Y resulta que un alcalde de esta aldea llamada Nogales se le pone al brinco! ¡Pa´su mecha!
Esta es la última lección a la soberbia de Juan Gim.
El problema del Alcalde es que así se portó de manera despectiva con la mitad del Gabinete del Gobierno del Estado… Y hay todo un Rosario de quejas contra su actitud… Por eso digo que no le bastaron estos 3 años para comenzar a aprender, pero les juro que ya va a aprender en estos próximos tres años… Y si no aprende, lo volvemos a reelegir. Total, ya estamos perdidos, dijo el Indio Bacasehua.
POR CIERTO YA ME HAN LLEGADO TRES AMENAZAS. Espero que abandonen en Palacio Municipal de Nogales, Sonora esa tentación de darme un levantón o una madriza… Con este frío duelen mucho los mandarriazos. Y si me pegan en la cara, luego de qué voy a vivir, diría el Doc Pedraza… Comandante Rigoberto Morales, por favor absténgase. No le haga caso al Alcalde. Está muy penado ese asunto…
EN ASUNTOS MÁS TRANQUILOS, PERO NO MENOS AGITADOS, resulta que en esta semana que empieza iba a ser bloqueada la línea internacional, la Garita Centro, por un grupo de lucha social de pensionados, jubilados y viudas de la empresa Ferromex.
Nos comentó Omar Flores Leyva, exlíder de una agrupación llamada Ferro, que el movimiento ya estaba listo, pero fueron traicionados por el líder nacional Eduardo Canales Aguiar, quien suspendió el movimiento, por sus arreglos personales con la empresa de Germán Larrea Mota-Velasco.
Ante la traición de Canales Aguiar se separaron y preparan una nueva organización nacional, la cual tiene registrados ante la Secretaría de Gobernación a 3 mil 887 viudas, pensinados y jubilados de Ferromex que necesitan justicia, y esperan que el presidente Andrés Manuel López Obrador los atienda antes de que termine su sexenio.
El plan estaba algo fuerte. Planeaban cerrar fronteras, rutas del tren en todo el país. Así que lo mejor es atender a estas personas de la tercera edad, porque cuando no tienes nada que perder, te atreves a lo que sea. ¡Ánimo pues!
