Un hombre fue arrestado en relación con la muerte a tiros de un obispo católico en California, así lo anunció este lunes el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles.
El arresto del sujeto ocurrió luego de que el sábado el obispo auxiliar David O’Connell fuese hallado muerto en su casa ubicada en el vecindario de Hacienda Heighs el sábado, en lo que se investiga como homicidio, según el departamento.
Las autoridades identificaron al sospechoso como Carlos Medina, de 65 años, el esposo de una mujer que trabajaba como ama de llaves en el hogar del obispo. Aunque indicaron que aún no está claro el motivo del crimen, un informante anónimo dijo a la policía que lo había visto actuar “raro y errático” después de la muerte de O’Connell y había dicho que el obispo “le debía dinero”.
Cuando la policía llegó a la casa de Medina este lunes por la mañana con una orden de cateo y le ordenó que se entregara, él se negó en un principio, indicó el sheriff, pero alrededor de las 8:15 am (hora local), el sospechoso salió de la vivienda y se rindió.
La entrada de la casa del Obispo no tenía signos de haber sido forzada y las autoridades hallaron armas en la casa de Medina, aunque aún aguardan por los resultados de análisis balísticos.
Agentes hallaron al obispo luego de responder a una llamada de emergencia poco antes de las 1:00 p.m., de acuerdo con la agente Lizette Falcon en declaraciones a CNN.
Líderes políticos y miembros de la comunidad católica en Los Ángeles elogiaron a O’Connel, y expresaron su pesar ante el asesinato.
“Es un shock y no tengo palabras para expresar mi tristeza”, dijo el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, en un comunicado. “Como sacerdote y luego obispo aquí en Los Ángeles durante cuarenta y cinco años, el obispo Dave fue un hombre de profunda oración que tenía un gran amor por Nuestra Santísima Madre”.
Gómez agregó que O’Connell era un pacificador con un corazón para los pobres e inmigrantes, y le apasionaba construir una comunidad en la que se honrara y protegiera la santidad y la dignidad de cada vida humana.
“También era un buen amigo y lo extrañaré mucho. Sé que todos lo haremos. Únase a mí para orar por el obispo Dave y su familia en Irlanda”, precisó Gómez.
